Camino embriagada del ocaso
Dibujando sueños en el alma
Mientras la tarde me observa
Bostezando indolente en la calma
Danzantes aromas y sonidos
Envuelven mis pensamientos
Y entre arpegios sostenidos
Se recubren los sentidos
De un sensual aturdimiento
Nubes de plata y purpuradas
Se pasean insolentes
Pintando estelas argentadas
Sobre mi cara y mi frente
Bajo el hechizo naciente
Los anhelos se despiertan
Y en el suspiro incipiente
Que los ensueños alienta
Se refugia el corazón
Que impregnado de emoción
De la magia se alimenta
Dibujando sueños en el alma
Mientras la tarde me observa
Bostezando indolente en la calma
Danzantes aromas y sonidos
Envuelven mis pensamientos
Y entre arpegios sostenidos
Se recubren los sentidos
De un sensual aturdimiento
Nubes de plata y purpuradas
Se pasean insolentes
Pintando estelas argentadas
Sobre mi cara y mi frente
Bajo el hechizo naciente
Los anhelos se despiertan
Y en el suspiro incipiente
Que los ensueños alienta
Se refugia el corazón
Que impregnado de emoción
De la magia se alimenta
Precioso poema al ocaso, ese momento magico en que luchan el dia y la noche.
ResponderEliminarFELICIDADES.
Un cordial saludo.