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6 feb 2010

EL OCASO


Camino embriagada del ocaso
Dibujando sueños en el alma
Mientras la tarde me observa
Bostezando indolente en la calma

Danzantes aromas y sonidos
Envuelven mis pensamientos
Y entre arpegios sostenidos
Se recubren los sentidos
De un sensual aturdimiento

Nubes de plata y purpuradas
Se pasean insolentes
Pintando estelas argentadas
Sobre mi cara y mi frente

Bajo el hechizo naciente
Los anhelos se despiertan
Y en el suspiro incipiente
Que los ensueños alienta
Se refugia el corazón
Que impregnado de emoción
De la magia se alimenta


1 comentario:

  1. Precioso poema al ocaso, ese momento magico en que luchan el dia y la noche.

    FELICIDADES.

    Un cordial saludo.

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