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23 may 2010

LA BIEN CASADA


Sintió que el corazón se agitaba
Y la cara se cubría de rubor
Aquellas palabras ya olvidadas
Eran mezcla de hilaridad y estupor

Estoy enamorado de vos
Volvió a repetir el hombre
Mirándola con mansedumbre
Y contenida pasión

Por unos instantes en la mujer
Se alteró su semblante sereno
Aún era hermosa y de buen ver
Y sintió enardecer su ego
Pero como era mujer casada
Y de principios austeros
Ignoró las palabras osadas
Del intrépido caballero

Ha tiempo sintió por sus venas
El fuego de una pasión
Un amor que fue una colmena
De avispas en su corazón
Que se apoderó de su alma
Y robándole la calma
La llenó de dudas y confusión

Ahora camina deprisa
Sin volver la vista atrás
En sus labios una sonrisa
De complacencia y no más
El caballero amoroso
Es solo ilusión fugaz
Allá en la casa el esposo
Entrañable realidad


1 comentario:

  1. Mujer sensata. Pero siempre agrada y alegra al oido, los halagos de un caballero. Muy hermoso

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