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20 jul 2015

MARINERO

Este poema lo hice hace varios años  y fue en recuerdo de un amigo que, en un mes de Julio, quiso que su destino final fuera el mar



10 jul 2015

EN EL CALOR DE LA NOCHE


   La noche llegaba sudorosa
en brazos de un viento tropical,
María estaba nerviosa,
el calor la trastornaba
hasta un punto irracional.

-Es una noche infernal-
gemía desesperada,
y buscando el calor paliar,
dudaba entre ducha fría
o irse al parque a sornar.

Se tumbó sobre la cama
para así mejor pensar
cual de las dos decisiones
debería de tomar.

El calor y la galbana
la tenían aturdida,
-mejor me quedo en la cama-
dijo, no muy convencida
y con calma de felino,
la ropa que le agobiaba,
poco a poco se fue quitando
y no hay que ser adivino
para saber que desnuda,
Maria se fue quedando.

Desde un rincón de la alcoba
un ser dañino y procaz,
su desnudez contemplaba
con apetito voraz.
Aquel incitante cuerpo
la codicia despertaba,
en ese ser, que escondido,
su gran momento aguardaba.

María al sueño cedía
y en él se hubiera perdido,
de no ser porque espantada
sitió su cuerpo agredido,
por algo que detestaba
y que no había advertido.
Y en un impulso instintivo
empezó a dar manotazos
en estado compulsivo,
consiguiendo así librarse
de aquel ser tan repulsivo.
  
La calma volvió a la estancia
y María se relajó,
más cuando el sueño de nuevo
hacía su aparición,
el infame, que estaba escondido,
de entre las sombras salió
y cual cohete encendido,
sobre ella se abalanzó.

Al sentir ésta en su cuerpo
el contacto aterrador,
sacudió las manos con fuerza
y a la primera acertó.
El irritante mosquito
abatido por fin quedó,
entre la mano y las nalgas
aplastado sucumbió.
Y María muy ufana
de su hazaña y su valor,
se repantingó en la cama
y al momento se durmió.


                            

6 jul 2015

RENOVACIÓN


Aguardando mi regreso
El tiempo me está observando
Y amontonados recuerdos
A gritos me están llamando
No quieren ser fugitivos
De un presente desgastado
Y buscan cobijo en aquello
Que fueron en el pasado

Quiero un lugar donde pueda
Desprenderme de lo usado
Y sellar esos vacíos
Que los miedos han horadado
Para ocultar los despojos
De una vida que me aturde
Y me maneja a su antojo

Me sentaré en las reliquias
A esperar lo que no regresa
Y mientras arda la llama
Que alimenta la sorpresa
Habrá un después en la espera
Floreciendo dentro del alma
Renovadas primaveras