La naturaleza se está vengando. Nos ha dado multitud de avisos con terremotos, huracanes, tempestades, tornados, climas descontrolados, pero nada no hemos reaccionado, hemos seguido dañando el planeta y la naturaleza se ha sublevado mandándonos un virus que nadie sabe, a ciencia cierta, de donde ha salido y que nos está diezmando. Lo peor es que lo sufren también quienes menos culpa tienen, los niños
La niña mira a su madre
Tras mampara de cristal
Lleva la boca tapada
Y ni un beso le puede dar
Se le nublan los ojitos
Está a punto de llorar
No entiende por qué de su madre
La separa un gran cristal
No entiende por qué a su madre
No la dejan abrazar
Hay un bichito muy malo
Que a la gente hace enfermar
Le va explicando papá
Y mamá que es enfermera
Ha de ayudar a curar
Y hasta que el bichito muera
No se nos puede acercar
Porque puede estar escondido
En la bata de mamá
Y si se acerca a nosotros
Podríamos enfermar
Tu mamá es muy valiente
Le sigue diciendo papá
Y has de estar muy orgullosa
De tener esta mamá
La niña ya más tranquila
Mandándole besos está
Y se aleja despacito
De la mano de papá
Mientras mamá les sonríe
Tratando de no llorar
