El
pueblo estaba en silencio
Ya la
noche lo cubría
Una
pesada niebla
Los
tejados envolvía
Con las
luces apagadas
Hasta la
luna dormía
Marcela
junto a Vicente
El sueño
no conseguía
Los
ronquidos de su hombre
La
tenían aturdida
Y una desazón
creciente
Su
semblante recorría
Era
noche de difuntos
Y de
esqueletos danzando
Hasta
quedar descoyuntos
De leyendas
de misterio
Y fantasmas
pululando
Por
fuera del cementerio
Marcela
no lo creía
Pero haberlos,
los había
Por eso
ventanas y puertas
Esa
noche protegía
Pues
negros presentimientos
Desvelada
la tenían
Y oculta
bajo las mantas
Ni a
respirar se atrevía
En el
silencio de pronto
Unas
ramas se oyeron crujir
Sonido
que se advertía
Procedía
del jardín
Y
Marcela horrorizada
Sin poderse
reprimir
Al grito
de ¡Son los muertos
Que ya
vienen a por mi!
Saltó
sobre su marido
Que
pegando un alarido
Se
agarró los cataplines
Y
jurando adolorido
Descalzo
y sin calcetines
Escapó
despavorido
Hacia
lejanos confines
Y nadie
le ha vuelto a ver
Marcela
sola y esquiva
Ha
empezado a enloquecer
Que le retienen
los muertos
Es lo
que quiere creer
Y tal
cual un alma en pena
Entre
las tumbas pasea
Por si
le ve aparecer
Mas dicen las malas lenguas
(Y han hecho de ello canción)
Que aprovechando el entuerto
Que en la noche de los muertos
El terror ocasionó
Con una muerta muy viva
Sin dejar una misiva
El tunante se fugó
Genial
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