Triste la tarde languidece
El cielo pintado de rojo
Lentamente se oscurece
Fundiendo la noche con el día
Y dejando en el ámbito halos
De suave melancolía
El viento sopla con inquina
Arrastrando con furia la hojarasca
Un árbol, allá en la colina
Se cimbrea estremecido
Tratando con arrogancia
De mantenerse erguido
Pobre árbol viejo y quebrajado
Apagada hoy tu hermosura
Luciste en otro tiempo bellas ramas
Que en ellas realzando tu figura
Nidos de pájaros albergabas.
Altanero y engallado
Radiante al cielo te alzabas
Y en noches serenas y claras
Por el viento acompañado
Canciones de amor entonabas
¿Dónde quedó tu grandeza?
¿Dónde está tu poderío?
Ahora reseco y sombrío
Con tus ramas deshojadas
Y rodeado de espinos
Ya no tienes pajaritos
Que te alegren las mañanas
Con bellos y dulces trinos
Quieres a pesar de todo,
Seguir agarrado a la tierra
Mas no cantas con el viento
Porque ya no es tu amigo
Ahora él te zarandea
Ahora él es tu enemigo
Pero sigues luchando con fuerza
Y le gritas que no te ha vencido
Que aunque consiga doblarte
Nunca podrá derribarte
Nunca podrá contigo
Que a pesar de las heridas
Y tus muchas cicatrices
Aún no estás acabado
Pues tienes potentes raíces
Escondidas bajo un prado
De hojas secas tapizado
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