---Soneto---
Aunque el mundo me dé su indiferencia
no me importa porque sé que Tú me amas,
porque sé cuánto amor Señor derramas
y me basta tener
tu complacencia.
Cuando el pecho se quiebra compungido
y el alma se desangra dolorida,
a Ti acudo segura y convencida
aun sabiendo Señor que te he ofendido.
Porque eres el pastor de este rebaño
que cuida con amor de sus ovejas,
tratando que no sufran ningún daño
y aunque mucho me duela tu regaño
más me duele si Tú de mi te alejas,
pues no sabes Señor cómo te extraño.
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